Esta foto la hizo mi padre hace
unos años, salimos mi hermana y yo durante un viaje en familia. Me gusta esta
fotografía por la espontaneidad del momento, además mi padre la hizo sin que mi
hermana y yo nos diésemos cuenta, solo al ver el flash supimos que nos estaba
fotografiando. También, me llama la atención por su composición, mi hermana y
yo salimos como difusas y aunque somos lo principal de la composición, es
inevitable fijarnos en las luces que se intercalan entre las figuras
principales.
Esta foto me invita a pensar en
las fotografías espontáneas, como captura de un momento, una sonrisa, una
mirada, un pequeño gesto completamente natural sin ser forzado. Admiro este
tipo de fotografías por ser auténticas imágenes de la vida real, que por su
sinceridad nos cautivan. Pues hay veces, que no hace falta medirlo
todo para que la fotografía salga perfecta, hay veces que es mejor disparar sin
pensar.
Tienes toda la razón. Las fotografías espontáneas pueden dar resultados fantásticos. Me ha gustado mucho tu entrada. Gracias por compartirla.
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